El Encuentro
“Y, de
un salto, se puso en pie y empezó a caminar. Sin más, entró en el templo con
Pedro y Juan, caminando y saltando y alabando a Dios”. HECHOS
3:8
En este capítulo se relata una historia extraordinaria, un milagro sobrenatural ocurrió, un cojo de nacimiento es sanado. Pedro y Juan discípulos de Jesús se dirigen al templo y se encuentran en la Puerta llamada “La Hermosa” con el mendigo pidiendo limosna, Pedro le dice: Míranos.. y después le declara: no tengo oro ni plata, pero lo que tengo te doy, al instante el cojo se puso en pie y entra en el “Pórtico de Salomón” saltando y dando gracias a Dios, la multitud que estaba en el Pórtico se asombra de tan gran milagro.
Este relato ocurre en Jerusalém, la capital de los judíos, la ciudad santa. En el centro está el Templo de Salomón, la escena se ubica en el pórtico , al lado oriental, su estructura era un corredor con columnas, esta servía de entrada al Templo, delante del pórtico Salomón mandó a construir dos columnas macizas de cobre frente al templo, llamadas Jaquín y Boaz.
“Salomón mandó hacer dos columnas de casi dieciséis metros de altura, y las colocó a la derecha y a la izquierda de la entrada del templo. Sobre cada columna puso un adorno de dos metros veinticinco centímetros de alto. Cada adorno estaba decorado con figuras en forma de cadena, de las cuales colgaban cien figuras con forma de manzana. A la columna de la derecha Salomón la llamó Jaquín, y a la de la izquierda Bóaz”. 2Cr 3:15
La
palabra Jaquín H3199 significa él establecerá, firme y Boaz H1162 significa fortaleza,
agilidad, estabilidad. No sostenían nada, eran emblemáticas para Salomón,
representaban el pacto davídico un pacto eterno. Algunos comentaristas dicen
que Salomón inscribió estas columnas con las primeras palabras de los versos
del Rey David su padre. “Firme es tu trono desde entonces; Tú
eres eternamente”. Sal 93:2 y ” ¡O
YAHWEH, el rey se regocijará en tu fuerza;
y en tu salvación, él grandemente se exaltará!”. Sal 21:1. Lamentablemente
durante la invasión de los caldeos fueron quebradas y llevadas a Babilonia.
Asimismo,
nos encontramos con la puerta La Hermosa, G5611 que significa floreciente, perteneciente a la hora o estación correcta, oportuno, puerta de acceso al Templo, llamada
asi por su material dorado, construido por Herodes, era el único acceso al
templo, un portal o entrada, se cree que la puerta oriental era la que llamaban
la Hermosa en tiempos de Jesús.
Ahora vamos al contexto, Pedro y
Juan se encuentran en la Puerta con un cojo de nacimiento pidiendo limosna,
según la ley mosaica ningún varón con defecto podía entrar y a la
vez ejercer el sacerdocio en el templo. “Porque ningún varón en el cual haya defecto
se acercará; varón ciego, o cojo, o mutilado, o sobrado”. Lev.21:18. En
relación a la cojera, hay que mencionar que en las sagas encontramos a un
personaje llamado Jacob, Dios lo dejó cojo cuando luchó con el ángel, en un sentido simbólico podemos decir que
nunca más se iba apoyar en sus propias fuerzas, la cojera le recordaría su
necesidad y buscaría las fuerzas del cielo para seguir caminando como Israel
(Príncipe).
Por otro lado, tenemos la
expresión dicha por el rey David, “ni
cojo ni ciego entrará en mi casa”, Para coronarse rey de Israel en
Jerusalém debía tomar la fortaleza de Sión. Los jebuseos se burlaron de él y
dijeron: no podrás entrar aquí porque
los ciegos y cojos dirán: David no
entrará. El rey David no odiaba a los cojos literalmente, sino vean como
tiene misericordia de Mefiboset el tullido que lo lleva a vivir a su casa. La
expresión de David denotaba aquellos confiados en su posición, apoyados en sus
fuerzas humanas y creencias. Esta escena profética se cumple cuando aparece el
Rey de Reyes Jesucristo que tiene que lidiar con cojos y ciegos espirituales de
entonces, aquellos fariseos religiosos de Jerusalém que no dejaban entrar al
maestro ni dejaban entrar a otros al reino de los cielos. Jesucristo conquistó la Sión espiritual y la
entrada al reino es a través de Él. Los que entran a Sión se apoyan en su Espíritu,
el paracleto que los sostiene en sus debilidades, dejando el conocimiento y
leyes humanas que no sirven. Dejemos de
ser maestro de una ley obsoleta, religiosa, ritualista y tradicional atando
cargas difíciles de sostener, que impiden que vivamos en libertad. ¡¡¡El Rey
venció!!!...
Retomando al cojo de nuestra historia, aquel mendigo que toda su vida giraba en pedir limosna a la puerta del Templo, nunca pudo entrar, esperando que alguien le diera algo para comer. El cojo representa hoy a un mundo que está pidiendo ayuda, está necesitado, el sistema que lo envuelve le impide caminar, nació imposibilitado para acceder a la gracia del Padre separado, pero sabe que hay un Dios , pero por estar incapacitado no puede entrar por la Puerta (Jesús).
Aparecen en escena Pedro y Juan,
representan a la iglesia, los hijos de luz, éstos iban al templo a una hora
estratégica donde había una multitud de gente aclaro, era la oportunidad
para predicar el evangelio ya que sabían
que Dios ya no se encontraba en cuatro paredes. Pedro y Juan ven al cojo, pero
no le dan limosna, Pedro le dice: “Míranos”
y después dice: “No tengo oro ni
plata pero lo tengo te doy, en el nombre de Jesucristo levante y anda”
vemos en sus palabras una verdad. Primero, los hijos deben tener una convicción, identidad y
autoridad para declarar esa palabra, debes mirarte y reflejar la imagen de
Cristo en ti. El mundo necesita ver y dirigir la mirada en los hijos que manifiesten la gloria del Padre en la
tierra.
La otra expresión denota que ellos no
le iban a dar limosna para suplicar su necesidad, sino que algo más grande que
puede cambiar su posición y transformar su vida, el poder del Espíritu. El mendigo
estaba esperando algo de un sistema
religioso, vacío y ritual, lleno de filosofías humanas y tradiciones, la
multitud de judíos en el templo representaba el antiguo pacto, el cojo había
aprendido a depender de la gente y no de Dios, pero se encontró con el poder de
Dios.
Como hijos debemos llevar al mundo
(cojo) a entrar por la Puerta Oriental (Jesús) el acceso del pórtico de
Salomón, del Príncipe de Paz, a un templo vivo y espiritual, no de un templo
material, sino la fortaleza del reino de Dios y establecerlos en la Jerusalém
celestial, cuya columnas establecen: “Firme es tu trono desde entonces; Tú eres eternamente Sal 93:2 y ¡O
YAHWEH, el rey se regocijará en tu fuerza;
y en tu salvación, él grandemente se exaltará!”. Sal 21:1.
Hoy, el Padre está llamando a los
hijos que se manifiesten el reino del Padre en la tierra, el mundo necesita
algo más grande que suplir las necesidades inmediatas, necesita volver a soñar
y levantarse, necesita la vida y la resurrección en Cristo Jesús .
La pregunta para ti ahora es ¿Qué es
lo que tienes? Porque no podes dar lo que no tienes, Selah.
¡¡¡ El mendigo se encontró con el
hijo del Rey de Reyes y nunca más volvió a ser el mismo ¡¡¡
“Porque nosotros no podemos callar lo que hemos visto y oído”. Hechos 4:20
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